Si se está pintando una pared y se continuará al día siguiente, no es necesario limpiar el rodillo. Sólo debes envolverlo en una hoja de papel de aluminio cuando termines de pintar, procurando apretar el envoltorio para expulsar el aire del interior. Al día siguiente, el rodillo podrá utilizarse sin problemas.
Si han quedado manchas de cemento duro en el piso, quítelas rociando encima con vinagre de alcohol hirviendo y frotando luego con un cepillo de cerdas duras. En caso de ser necesario puede repetir la operación hasta eliminar todo resto de material.
Las paredes de cemento o de piedra de color blanco pueden limpiarse con una mezcla de agua con vinagre, un puñado de detergente y un chorro de amoníaco. Se moja el cepillo en ella y se frota con energía.