LO QUE DEBES SABER...
- Rascar con la espátula: es la técnica más efectiva pero lenta para quitar el gotelé.
- Proceso: mojar la pared, dejarla secar y después lijar y revestirla para darle color.
- Trabajar: de pared en pared para poder ir avanzando. Mientras una se seca, se puede seguir raspando otra.
Conseguir una pared lisa no es imposible pero es un trabajo algo minucioso. Se trata de retirar el gotelé de las paredes y después, llevar a cabo unos sencillos pasos. Para ello tienes dos opciones: hacerlo tú mismo o contratar a un pintor. Si te decides por hacerlo tú mismo, puedes seguir estos pasos que te indicamos a continuación.
Materiales necesarios antes de alisar una pared:
- Esponja, mejor que sea una especial de pintor.
- Espátula estrella.
- Papel de lija del número 5.
- Cepillo de púas.
- Masilla o veloglass.
Cómo eliminar el gotelé:
En la habitación que elijas hay que eliminar el gotelé de la pared. Para ello, hay varios procedimientos:
- comprar una pasta niveladora para gotelé y pasarla hasta dejarlo fino. Este proceso es más rápido, aunque el resultado es más imperfecto.
- Rascando con una espátula. Tardarás más, pero las paredes quedarán perfectas.
Manos a la obra
Lo primero que tienes que tener es paciencia e ir poco a poco. Lo ideal es hacerlo por partes, ya que es un proceso difícil y requiere un trabajo lento si quieres que el resultado sea óptimo. Para que las paredes te queden uniformes no te pierdas el siguiente proceso de raspado.
Primero hay que retirar con la espátula todo el gotelé en seco. Una vez tengas una de las paredes así, humedécela ligeramente con agua caliente (que no quede demasiado mojada, sólo lo suficiente para que al rascar los restos de gotelé salgan fácilmente). Deja que repose la pared un día para que se seque bien, pues el siguiente paso requiere que la pared esté completamente seca.
Pasado el tiempo estimado, lima la pared con la lija y pásale el cepillo para comprobar que quede totalmente lisa. Repite este proceso hasta que la pared está efectivamente lisa y uniforme. Cuando tengas la pared uniforme, aplica yeso de color blanco o un revestimiento de fibra de vidrio (conocido como veloglass).
Es conveniente realizar esta tarea pared por pared para que puedas ir adelantando con el resto mientras una de ellas se seca.
Para terminar, aplica una pintura que te guste, ya sea blanca o de cualquier otro color.
