Acabado sobre piedra: habitualmente la piedra proporciona sus cualidades naturales para embellecer un ambiente. No requiere color pero puede ser tallada o pulida con diferentes técnicas abrasivas para lograr diferentes texturas u obtener brillo.
Acabado sobre cemento: pueden lograrse diferentes resultados con pinturas, barnices y ceras.
Acabado sobre chapa de metal: la forma más sencilla de acabado es con pintura en aerosol. Se debe trabajar en un lugar bien ventilado. El metal también se puede lijar, pulir o repujar para obtener diferentes efectos. Hay empresas que ofrecen la posibilidad de transferencia de diseños decorativos realizados en alta temperatura.
Acabado sobre madera: la madera puede ser protegida y embellecida con cera, barniz o pintura. La cera coloreada es una opción que resulta rápida, fácil de aplicar y otorga color sin que se pierda el atractivo de la veta.
Acabado sobre yeso: se puede colorear pero conviene sellar antes la superficie con una capa de cola blanca diluida o con goma laca. Los barnices acrílicos respetan el color de base. Las pinturas plateadas sobre el yeso, simulan perfectamente el efecto metálico.