Se llaman Flowerbox -cajas de flores- y son cuadros vegetales que se cuelgan de la pared con un simple clavo. Allí podemos encontrar todas las versiones que existen: de cartón, cerámica, metal, madera o en forma de tubo.
La empresa que los vende entrega un kit que incluye el soporte, maceta, pipeta de riego y microplantas o microflores. Para su mantenimiento, sólo requiere los cuidados habituales de riego de cualquier planta.
En realidad son fáciles de hacer en casa utilizando una base que sirva de marco a la que se adhieren o pegan pequeños maceteros en los que se cultivan plantas o cactus. Puede lograrse una interesante combinación decorativa pintando con colores que combinen las bases y macetas con los ejemplares vegetales seleccionados.
Las macetas se ponen y quitan del soporte en la pared, ubicándolas por encastre o con el uso de imanes, si utilizamos un recipiente de metal.